Take me to your best friend’s house

Mi primer viaje de regreso a los Estados Unidos después de un par de años sin visa fue a San Diego. En esa ocasión pude por fin crear mi cuenta de Spotify y escuché muchas veces Never Trust a Happy Song, de Grouplove. Se convirtió en uno de mis discos favoritos instantáneamente. A ti te gustaba una canción diferente a la que mí más me gustó, pero de todas maneras, por varios años asocié a la banda contigo. Verlos en vivo unos años después fue increíble, por la energía que radiaba de la banda y de mi alrededor, sobre todo cuando cantaron Tongue Tied. Tú ya no estabas, y yo ya me había ido.

My sweet prince

No sé cuántas veces he escrito sobre ti, ni dónde he dejado esos pedazos de papel en los que con fea letra digo cuánto me gustas, y lo sorprendido que he estado cada vez que te has acercado a mí con intenciones amorosas. Esta debe ser por lo menos la octava vez, gracias a esa canción de Placebo que me hace recordarte. Y me refiero a la octava vez que escribo, no la octava que has tenido esas intenciones. La última vez que nos vimos intentamos llevarnos bien, y nos salió excelente por tres días. El último día… nos ganó el recuerdo, o fue la lluvia, o a lo mejor estábamos cansados de sonreírnos y de pretender que todo estaba bien.
No hemos vuelto a vernos, y aunque este año te recordé en tu cumpleaños, no hice siquiera el intento de que te enteraras. Sin embargo, seguramente pasarán otro par de años y nos encontraremos y nos sonreiremos y pretenderemos que todo está bien. Y aunque no te lo diga, sabrás que me gustas, y aunque nunca lo hayas dicho con palabras, sino con acciones, yo recordaré que te gusto.

 

Casio

Hace diez años le pedí a C que me enseñara a bailar como lo hacían un par de jóvenes en el video de Junkie XL, A Little Less Conversation. Hoy quisiera poder bailar como estos muchachos en el video de Jungle, Casio.

 

Playlist de mayo 2020

Mayo fue un mes ¡lar-guí-simo! Qué digo larguísimo, eteeeeeeerno… Supongo que por eso tuvo el doble de canciones este playlist comparado con los meses anteriores, en que el promedio era 30. Desde mediados del año pasado empecé a hacer listas mensuales con la música que más me gusta, lo que iba descubriendo, o redescubriendo en mi exploración cotidiana.

El playlist de Mayo, a diferencia de otros meses, tiene muchas canciones “viejas” y sólo una decena de lanzamientos recientes. Fuera de Duran Duran, que es más bien ochentero, me atacaron los noventa con muchas canciones que no había escuchado en años y que en el caso de You’re gorgeous de Babybird, se convirtió en obsesión por el número de veces que la escuché. Cometí el error de buscar el video después de imaginarme la historia que cuenta la canción, en la que claramente veía el desarollo del crush entre el cantante y la fotógrafa, sólo para descubir el peor video musical de la historia. Ni lo busquen. Pero también entre las canciones más recientes figuran un par que escucho obsesivamente, como la de Broken Social Scene que es del año pasado pero que apenas descubrí en mayo. Inexplicablemente, hasta está dos veces en la lista. O la canción de Vansire, banda de la que no sé absolutamente nada pero que tiene una canción tan bonita y romántica como pretensiosa. Bueno, la letra es la pretenciosa, con referencias literarias más oscuras que las noches sin luna, pero me gusta. También están un poco ausentes las canciones bailables, pero las que sí lograron entrar, hacen que me pare a bailar como si nadie me estuviera mirando. Buscando canciones para otras playlists es como llegaron a ésta las que tienen nombres de ciudades y la bonita historia de amor de The Moldy Peaches. Del resto de la lista tengo algunos comentarios puntuales a continuación.

Cada que empieza Automatic, la confundo con una canción de Twenty One Pilots (cualquiera), pero no pasan más de 20 segundos para que tome su propio camino y me haga querer moverme. Además, expresa muy bien esa reacción que nace cuando estás con la persona ideal, “It’s automatic when I’m with you…” y por supuesto, de manera sensual.

The National tiene una facilidad increíble para expresar ciertos sentimientos, como el de la invisibilidad cuando ya no le importas a alguien, en Pink Rabbits: “I was a white girl in a crowd of white girls in a park”.

Tuve un lapsus Alex Turner/Arctic Monkeys/The Last Shadow Puppets que me duró un par de meses, y del que salí comprendiendo mejor el Tranquility Base Hotel & Casino. En la lista de obsesiones ingresaron Cornerstone y Sweet Dreams, TN, pero sólo la primera está aquí, contando la historia de alguien que no puede olvidar a su ex y la busca en todos los bares que frecuentaban juntos… no la encuentra a ella, pero -spoiler alert- se arma el rock con la hermana.

Radiohead, una de mis bandas preferidas desde que la conocí, siempre me envuelve en un trance en el que gustosamente me dejo ir, con Lotus Flower.

Entre las canciones que sí son nuevas, Pedestal es de las que más me gusta del nuevo disco Ceremony de Phantogram, seguida por Glowing. Cuando llega Level of Concern, de Twenty One Pilots, inevitablemente recuerdo Automatic. Recientemente descubrí una canción del 2015 de The Districts que me tuvo loquito por varias semanas. Ahora que salió su nuevo disco, You Know I’m Not Going Anywhere, tenía miedo de escucharlo y que no me gustara. Pero sí me gustó, y Descend es una de las rolas que me gustó por su tema de pérdida. Luego les cuento de 4th and Roebling.

Can’t find my heart tiene una manera increíblemente bella y a la vez tosca de contar una historia de ligue, presumo que no con alguien nuevo, porque parece que previamente le había robado el corazón… “No I can’t find my heart, so where’d you go?”. Las trompetas y las ocho guitarras me hacen recordar el disfrutable caos de este colectivo al verles en vivo.

Lizzo me recuerda a Chromeo cada que escucho Juice, canción que es claramente una canción de verano. Del verano pasado, probablemente.

Escuché a Cayucas hace más de cinco años, y no me gustó. Quizás por eso me sorprendió cuando explorando listas de música desconocida para mí, me gustaron no una, sino dos rolas de ellos, de su disco Real Life. Una es fácil de bailar, y la otra de melancolizar.

Por referencia directa de un libro que acabo de leer, he estado escuchando a Chet Baker, y descubrí que una de sus canciones la conozco desde hace mucho sin saber que era de él, pues la hizo Björk en cover en los noventa: Like Someone In Love.

Casi siempre que escucho Know by Now recuerdo la historia de cómo la conocí: estaba una noche en la oficina de Radioactivo cuando Zamora fue a la cabina y regresó con el disco de Robert Palmer. Lo puso y la escuchamos. Él la cantaba y yo la descubría por primera vez… y de ahí se volvería de mis canciones favoritas de la vida.

Me gustó el nuevo disco de Tame Impala, The Slow Rush. Me tiene en conflicto su concierto de este año en México. No sé si estaremos listos. Pero mientras lo disfruto de principio a fin, y Lost In Yesterday me encanta.

Sylvan Esso es un re-descubrimiento. La vez anterior que les escuché no los pelé mucho. Pero en estos tiempos de cuarentena y sesiones en vivo caseras me encontré con uno de sus streamings y me encantó lo que escuché. Puse Radio en el playlist y me lancé a ver su concierto-documental-disco WITH que muestra cómo una banda de dos se convierte en un colectivo musical y lo hacen muy bien. Soy fan.

Con Tompkins Square Park recuerdo un par de esos momentos en que sabía que todo estaba perdido, porque “no flame burns forever… And most don’t even last the night”. Es tan intenso todo, que ni siquiera se extraña el distintivo banjo loco de los Mumford & Sons.

Me acabo de fijar y la lista de junio ya lleva 30 canciones y apenas estamos a mitad de mes… supongo que es el efecto de la pandemia y el aislamiento. Pero en lo que termina el mes, pueden escuchar el playlist de mayo.

 

It ain’t over til it’s over

La mañana era fría, como son las mañanas de invierno en Las Vegas. La noche había sido larga, como suelen ser las noches de reencuentros.
La canción en las bocinas del hotel confirmaba lo que ambos sabían, mientras ella caminaba por la avenida vacía y él recordaba cómo se sentía abrazarla de nuevo al dormir.